Lina era una modelo webcam dedicada y entusiasta. Aunque a veces su trabajo se tornaba demandante, disfrutaba de la independencia que le ofrecía y de poder establecer sus propios horarios. Cada noche, en su cuarto cuidadosamente decorado, encendía la cámara, saludaba a sus seguidores y comenzaba sus sesiones, siempre con una sonrisa.
Pero una noche, mientras ajustaba el ángulo de la cámara, algo en el chat llamó su atención: un usuario nuevo, bajo el nombre “El Observador”, había ingresado al canal. Sin pensarlo mucho, Lina continuó con su transmisión, sin saber que este usuario cambiaría el rumbo de su vida.
La Llegada de El Observador
Durante las primeras noches, «El Observador» parecía solo otro espectador más, aunque sus comentarios resultaban algo extraños. Empezó con cosas simples, como: “Bonita decoración” o “Me gusta esa lámpara que tienes detrás”. Sin embargo, una noche, el comentario fue diferente: “Lina, ¿por qué no te sientas en el sillón rojo que está junto a tu ventana?”
Lina se congeló. No había mostrado su cuarto completo en cámara, y mucho menos aquel rincón en particular. Pensando que quizás lo había mencionado antes o que el usuario solo quería molestarla, intentó no darle importancia. Sin embargo, su corazón empezó a latir más rápido.
Escalofríos en la Oscuridad
Cada noche, El Observador volvía al chat, y sus comentarios se tornaban cada vez más personales. “¿Por qué dejaste la puerta entreabierta?” o “Escuché que tu vecino tocó la guitarra esta tarde, ¿te molestó?”. Lina no podía entender cómo esta persona sabía tanto. La incomodidad crecía con cada mensaje, pero trataba de aparentar normalidad frente a sus seguidores.
Finalmente, después de una noche particularmente inquietante, decidió bloquear al usuario. Pero al día siguiente, volvió con otro nombre y el mismo tipo de comentarios. Esta vez, la nota que dejó decía: “No importa si me bloqueas. Siempre voy a encontrarte.”
La Presencia en Su Hogar
Una noche, Lina regresó a casa después de una reunión con unas amigas. Al entrar, notó que algo estaba fuera de lugar: su laptop estaba encendida y la cámara apuntaba hacia la puerta. Aterrada, la apagó rápidamente y revisó cada rincón de su hogar, pero no encontró nada. Esa noche decidió no transmitir y cambió todas las contraseñas, intentando recuperar un poco de tranquilidad.
Pero El Observador regresó la siguiente noche con una nueva cuenta, dejando un comentario que la hizo temblar: “Me gusta verte entrar a tu casa, con esa expresión de miedo. Siempre estoy aquí, Lina.”
La Noche Final
Finalmente, después de semanas de angustia, decidió hacer su última transmisión. Esa noche, sin previo aviso, interrumpió su rutina y enfrentó al usuario directamente: “¿Qué es lo que quieres de mí?”. El Observador respondió: “Solo quiero que sepas que nunca estarás sola.”
En el instante en que su respuesta apareció en el chat, Lina escuchó un golpe seco en la puerta detrás de ella. Al darse vuelta, la cámara cayó de su soporte, capturando solo unos segundos de oscuridad antes de apagarse. Nadie volvió a ver a Lina en línea, y el misterio de «El Observador» quedó sin resolver, como un eco en la red.
Un Epílogo Inquietante
Los seguidores de Lina esperaron durante semanas algún rastro de ella. Su ausencia creó un mito en los foros y grupos de fans. Algunos aseguraban que habían visto su silueta en otras transmisiones, como una figura silenciosa en la esquina de la pantalla de otras modelos, una presencia en la oscuridad.
Contacta con Monroe, el Estudio de Modelaje Webcam
Si estás pensando en incursionar en el modelaje webcam o ya tienes experiencia, en Monroe encontrarás un equipo especializado que te acompañará en el desarrollo de tu marca personal y profesional. Monroe es un estudio de modelos webcam que no solo te ofrece la mejor tecnología, sino que también te ayuda a crecer y proteger tu imagen en este medio.
¡Contáctanos y da el siguiente paso en tu carrera de la mano de Monroe!